ESCRITO POR CHIARA ROSANO
Quién trabaja en el campo de la educación, en general, tiene una utopía: la enseñanza para todo de igual, eficiente en el mundo de empleo, eficaz. Eficiencia y eficacia, pero, son palabras propias del mundo neo-liberal, que se refieren al concepto de cualidad (cuya definición cambia en el tiempo).
Desde el nacimiento de la tecnología educativa, sus usos tecnológicos, estrategias y proyectos se han entrecruzados con las utopías de educación.
Afirmar que la tecnología educativa mejora el sistema educativo es un axioma que puede generar una distorsión.
La tecnología educativa es un campo nacido en la década de 1950 para tratar de brindar una respuesta a la incorporación de medios educativo en la enseñanza, pero temprano intentó dar una respuesta totalizadora a la problemática de la enseñanza (puede ser un ejemplo la máquina de enseñar). Ese origen generó posteriormente diferentes críticas.
Después las bases teóricas anteriores fueron reemplazadas con una idea de planificación y organización de la enseñanza y una limitación de su campo, pero el problema es que de esta manera se va directamente al resultado y no se pueden objetivar algunos tipos de aprendizaje: lo que no se puede objetivar tendemos a eliminarlo.
El campo de la tecnología se acercó a aquel de la didáctica, pero solo los trabajos del primero les correspondía entender la incorporación de medios y materiales tecnológicos. En el principio los profesores sostenían que la tecnología ayudaba a resolver problemas de difícil enseñanza o comprensión (tenía un papel de herramienta o ayuda), después se mostró un desarrollo sostenido en la utilización de las nuevas tecnologías: la incorporación de estas tecnologías en aula.
Según la tesis de Dominique Wolton, a diferencia de la radio y la televisión que hacen posible que la mayoría de la población comparta intereses, las nuevas tecnologías son un medio de información para un sector diferenciado de la ciudadanía.
En ese cuadro se encuadra la evolución de la tecnología pedagógica como aplicación de los medios tecnológico a la enseñanza y como apoyo para aprender que tiene múltiples funciones. En este modelo la explicación del profesor se apaga como necesaria en el aprendizaje. El uso de la tecnología en el aprendizaje tiene un impacto de aceleramiento de los tiempos de los procesos que responde a la tendencia a hacer todo rápido y inmediato, una consideración, esta, que se debe tener en cuenta.
Sería necesario que el profesor empezase sus enseñanzas de lo que los alumnos saben ya para un aprendizaje significativo. Es necesario elegir y seleccionar informaciones adecuadas a los alumnos; en los libros de textos los contenidos son ya seleccionados y eso desprofesionaliza la enseñanza. Los profesores tienen que narrar, dar explicaciones didácticas para favorecer las comprensiones y para hacer posible que en la clase se pueda crear un ambiente en lo que las búsquedas se trasforman en un clima de pensamiento verdadero. No se puede separar la acción del docente de la tecnología en la práctica concreta. Otra cuestión se refiere a la preferibilidad de tecnologías en la educación o de tecnologías educativas. Parece ser mejor el uso de las diferentes tecnologías en educación porque sus utilidades son a discreción del profesor (y, entonces, de lo que cree ser más útiles respeto a el contexto de utilizo). Además, se hace cada vez más importante enseñar el uso crítico de las tecnologías y las análisis o selección de los contenidos búsquedas.
Gracias por la atención.
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